En 1908, en la estación del ferrocarril se armó o ensambló, como se diría hoy en día, el primer automóvil que llegó a Bogotá, adquirido por el presidente Rafael Reyes.
Hasta hace algunos años en la Estación de Cisneros se daba inició a un recorrido en el Tren Turístico de La Montaña, o en carritos de balineras conocidos como “brujas” hasta la Hacienda Sebastopol.
En la actualidad esta edificación histórica se encuentra en ruinas, abandonada y en peligro de tener que ser demolida.
Como patrimonio de interés histórico debería ser restaurada y convertida en un museo o en un lugar que preste un servicio a la comunidad.
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